Empezar

Empezar de nuevo al llamado de las aves

a la vista de la luz por la ventana,

empezar al rugido del tráfico de la mañana

a lo largo de todo Pembroke road.

Cada inicio es una promesa

nacida de luz y muriendo en obscuridad

determinación y exaltación de primavera

floreciendo el camino al trabajo.

Empezar al desfile de chicas

la arrogante soledad de los cisnes en el canal

puentes uniendo pasado y futuro

viejos amigos acompañándonos aún.

Empezar a la soledad que no puede terminar

que es quizás lo que nos hace empezar,

empezar al maravillarse ante rostros desconocidos

al ruido de las aves en la súbita lluvia

a ramas desnudas ante un generoso sol

a gaviotas procurándose el pan

a parejas compartiendo un cálido secreto

juntos a solas mientras hacen el bien.

A pesar de que vivimos en un mundo que sueña con el final

que siempre parece estar a punto de rendirse

algo que no aceptará conclusión

nos insiste en por siempre empezar.